lunes, 9 de octubre de 2017

EL IMPRESIONISMO

Impresión sol naciente. Claude Monet.
Imagen wikipedia

En 1867 una pintura titulada Impresión sol naciente, de Claude Monet, fue rechazada en el Salon de París: había nacido el Impresionismo. Este término se aplicaría despectivamente a las obras de Monet y de otros pintores, que rebelándose contra el academicismo y el romanticismo establecidos, intentaban plasmar las impresiones que tenían de la realidad. Para ello sacrificaron la linea y el dibujo en favor de una pincelada suelta que mezclaba los colores directamente en el lienzo; luz y color serían protagonistas y artífices de la nueva pintura.
Aunque salvando las distancias, el simbolismo de poetas como Baudelaire o Verlaine, supuso otra rebelión similar en el ámbito literario.
Tanta reacción frente a lo establecido no podía dejar impasibles a los músicos.
El iniciador de lo que se llamó Impresionismo musical -muy a su pesar-, fue el compositor francés al que ya nos hemos referido en alguna ocasión, Claude Debussy.
Para Debussy, como para Monet y Verlaine, el arte era una experiencia sensorial antes que intelectual, así, el Impresionismo musical se caracterizó por el deseo de recrear atmósferas y ambientes, por la primacía del acorde y las armonías sobre la linea melódica, por la utilización de escalas medievales y exóticas y por la revolución sonora del color musical, es decir, del uso de los instrumentos.
Como en la pintura, la naturaleza será para los músicos uno de sus temas favoritos : el agua, la luz, las nubes o los árboles están presentes en multitud de títulos, tanto de Debussy como de su principal colega y sucesor, Maurice Ravel. También como en la pintura, el Impresionismo musical marcará un antes y un después y abrirá la puerta a los grandes cambios posteriores.

A continuación, escucharemos "Claro de luna" de Claude Debussy en un montaje audiovisual con obras de Claude Monet. Espero que lo disfrutéis.

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