En los cuentos tradicionales infantiles, la figura del duende suele asociarse a pequeños seres bonachones, que acostumbran a ayudar en secreto a los humanos, recompensando las buenas acciones y castigando a las personas egoístas y deshonestas. (Wikipedia)
Despedimos el otoñal mes de Noviembre con el Vals del duende, del argentino Alejandro Dolina en la exquisita interpretación del guitarrista Osvaldo Burucuá.
Y ahora nos sacudimos el sabor melancólico que nos ha dejado la guitarra, para Ska-Parnos con estos reivindicativos madrileños y su Vals del obrero. ¡Magia potagia! del duende al obrero en un santiamén.
Sería adecuado quizás, acompañar una representación tan moderna e inusual de la patrona de los músicos, con el Himno a Santa Cecilia Op.27 de Benjamin Britten, también del siglo XX (en el enlace). Sin embargo no me resisto a remontarme al Barroco y proponeros la Oda para el día de Santa Ceciliacompuesta en 1739 por el gran George F. Haendel sobre un texto de John Dryden (que también enlazamos). Comprobaréis que es una preciosidad... y creo que a mis alumnos les gustará más.
Surrealismo pictórico y bloguero aderezado con música barroca .
No hay tiempo para más.
Y seguimos disfrutando de notas cuadradas, modos, abadías y códices, haciendo una nueva parada en otro monasterio, el de Las Huelgas, esta vez en la provincia de Burgos. Lo hacemos para escuchar...¡una lección de música! (Ejercicio de solfeo). Se trata de una canción a dos voces, es decir, de polifonía.
Detalles importantes que debemos observar:
- Cómo la segunda voz entra a los treinta segundos de haber comenzado la primera y lo hace con una breve imitación; luego continúan ambas voces con sus respectivas melodías simultáneamente para terminar al unísono.
- Cómo la primera nota todavía no se llama "Do" (Véase El nombre de las notas, abajo)
Escuchemos ahora Ut, re, mi, del Códice de las Huelgas (Siglos XII - XIV) en este magnífico vídeo que nos ofrece, además, un paseo por el monasterio.
El siglo XIV fue un siglo de guerras y de epidemias (recordad la peste negra) a lo largo del cual y por motivos obvios la danza de la muerte se convirtió en un tema muy popular. En las representaciones iconográficas encontramos grupos de esqueletos y cadáveres que danzan y que, en muchos casos, invitan a bailar a todo tipo de personajes de distinta edad y condición social. La música que acompaña esas danzas suele estar a cargo de instrumentos de viento y de percusión (ved la imagen).
Como podréis suponer, la literatura también se ocupó del tema. El texto con el que comenzábamos pertenece a la obra castellana titulada Dança general de la muerte que data del siglo XIV y que se halla en la línea de la Dansa macabré francesa, también del s. XIV, o del posterior Ballo de la morte italiano. Al principio del texto, tras una suerte de prólogo en prosa en el que se resume el argumento del poema, se anuncia el comienzo de la «dança» al son de una especie de flauta que llama «charambela»(podéis leerlo arriba o bien en la obra completa que os dejo enlazada al final y que os recomiendo. Es cortita.).
En lo que a la música respecta os diré que el ejemplo musical más antiguo que se conoce y se conserva de una Danza de la Muerte medieval, se encuentra en el Llivre Vermellde Montserrat (s.XIV) - uno de esos maravillosos códices que estudiamos en tercero y al que dedicaremos una entrada cualquier día de estos - . Entre sus diez canciones encontramos Ad mortem festinamus (A la muerte nos apresuramos). Así comienza:
Ad mortem festinamus,
peccare desistamus...
(A la muerte nos apresuramos,
de pecar desistamos...)
Observad la monodía , la notación y el texto escrito pinchando en la imagen o consultando la Biblioteca Virtual Joan Luis Vives. En ella encontraréis mucha más información.
Enlazamos también la partitura por si alguien se anima. Es muy fácil.
Y ahora... viajemos a la Baja Edad Media. Escuchemos.
En estos días de santos y de difuntos, aquí nos quedamos con nuestras velas y nuestros buñuelos; a otros os dejamos las calabazas y los zombies, pero , eso sí: sed buenos...si podéis.
Melómanos: no os perdáis esta maravilla. LLIVRE VERMELL DE MONTSERRAT (Biblioteca Virtual Joan Luis Vives) También os gustará Bailamos vivos y difuntosde Ana Manzano Peral. Bibliografía y fuentes: Ismael Fernández de la Cuesta. Historia de la música española. Desde los orígenes hasta el "ars nova". Alianza Música Albertio Ausoni. La música. Los diccionarios del arte. Electa. Random House Mondadori Margherita Morreale. Dança general de la muerte. Revista de literatura medieval. Padua.